LEY DE METCALFE EXTENDIDA

LEY DE METCALFE EXTENDIDA

Es posible que para que una Red evidencie su valor sea preciso que una “masa crítica” de personas y organizaciones interactuen de manera intensa, más allá de lo que es sólo leer el periódico online y enviarse correo electrónico.

Cuando la red penetra en las formas de trabajar, transforma las organizaciones y hace emerger nuevos comportamientos.
Lo mismo es aplicable a la gestión del conocimiento. Una red de personas que interaccionan intercambiándose conocimientos hace emerger unas propiedades organizativas que ahora ignoramos. Hace emerger “inteligencia”. Y además, de manera espontánea, no planificada. Tenemos una Red potencialmente transformadora, pero en una etapa muy inicial.

Lo que estamos empezando a entender es que no basta con tener la red, con sus nodos. No se consigue nada si no hay “interacciones” entre ellos. El valor de la red no deriva de su “número de nodos”, sino de la “intensidad de transacciones” entre ellos.

De hecho, la ley de Metcalfe dice que una red de n nodos “vale” n elevado a 2. Pero esto es si los nodos se conectan 1 a 1 (un miembro conecta con un miembro). En realidad el valor aumenta considerablemente si las conexiones son n a n (cada uno con todos los demás, formando grupos de 2, 3, 4, y etc personas): en este caso el valor es 2 elevado a n.

Así, el valor de una red de n miembros es:

1. proporcional a n si es 1 a n (broadcast)

2. proporcional a n elevado a 2 si es 1 a 1 (transaccional)

3. proporcional a 2 elevado a n si es n a n (formación de grupos)

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