The best CEO’s mind
¿Qué diferencias relevantes encontramos entre los estilos de liderazgo de los CEOs de las empresas “convencionales” respecto a los de las startups? ¿Podemos estudiar su contraste? PRIMERA PARTE
En un artículo en la Harvard Business Review de Noviembre de 2015 se da la lista de los 100 mejores CEOS del mundo en 2015 (The best performing CEOs in the World 2015). El ranking se realiza teniendo en cuenta el largo plazo: cómo se ha comportado financieramente (utilizando tres métricas fundamentales) la empresa desde el nombramiento del CEO en cuestión hasta el 30 de Abril de 2015 (si el CEO está en su puesto desde antes de 1995, se realiza el cálculo tomando como fecha de inicio el 1 de Enero de 1995).
Para evitar el sesgo únicamente financiero, y para tener en cuenta variables que afectan más al largo plazo, se tuvo también en cuenta el comportamiento de la empresa en temas medioambientales, sociales y de gobernanza. El ranking final se realizó teniendo en cuenta el compuesto de variables financieras (80% del peso) y no-financieras (20%). Eso explica que CEOs en las primeras posiciones en el ranking exclusivamente financiero (que tiende a medir el corto plazo), aparezcan muy atrás en el ranking de la Harvard, por el hecho de que su posición muy baja en el ranking no-financiero (que afecta más al largo plazo).
La primera posición en este ranking de 2015 la ocupa Lars Sørensen, director general de Novo Nordisk, empresa farmacéutica danesa. Entre los elementos que diferencian su estilo de gestión cabe destacar su decisión por un portafolio de productos muy poco diversificado, que les permite disponer de casi la mitad del mercado mundial de productos relacionados con la insulina para diabéticos (algo hoy no muy habitual, puesto que se tiende a pensar en un portafolio amplio como mejor protección ante el largo plazo).
Destaca también su convicción sobre el valor de la responsabilidad social corporativa como forma de maximizar el valor de la compañía a largo plazo (comportarse en contra del medio ambiente o de la sociedad puede acabar significando mayores costes para la empresa y reducir sus resultados), sobreponiéndose a las exigencias a corto plazo de los accionistas.
Y finalmente, su estilo de liderazgo “escandinavo” se basa en la búsqueda del consenso, en la proyección hacia todos los empleados del propósito de la empresa (aportar soluciones a millones de enfermos), y en la contención de las diferencias salariales entre los diferentes niveles de responsabilidad en la empresa (“my pay is a reflection of our company’s desire to have internal cohesion”).
En este ranking de la Harvard, el segundo puesto es para John Chambers, de Cisco, y el tercero para Pablo Isla, de Inditex. La relevancia de la combinación de los criterios financieros y no-financieros se demuestra en el hecho de que Warren Buffett aparezca en el puesto 101; su peso en el ranking puramente financiero (23avo) queda significativamente reducido una vez considerados los componentes no financieros (798avo).
Resulta también interesante que en este ranking aparecen muy pocos de los fundadores de las startups de más éxito en las últimas dos décadas. De hecho, apenas aparecen entre las 50 primeras posiciones. El primero es Huateng Ma, fundador de Tencent (puesto 45) y le sigue Marc Benioff, fundador de SalesForce (puesto número 46). Masayoshi San, de Softbank es el número 78, y Jeff Bezos es el 87. Quizás la razón de su escasa presencia en este ranking es que este se basa en la lista de empresas del S&P Global 1200, que a su vez se centra en las empresas más cotizadas en las principales bolsas del mundo.
El artículo de la Harvard no da detalles sobre las características comunes de los 100 líderes de la lista. Solo refleja su ordenación de acuerdo con una serie de variables, financieras y no-financieras. Quizás es un trabajo que alguien deberá realizar en el futuro.
Pictograma por Edmon de Haro