TECNOLOGIAS EXPONENCIALES
Apenas nos hemos acostumbrado a imprimir objetos en 3D cuando cada nueva posibilidad de estas tecnologías no deja de sorprendernos.
Muchas tecnologías ya no experimentan una evolución progresiva. La rapidez con la que se suceden novedades en determinados áreas de innovación es ya exponencial. Así ocurre en campos como los de la creación de nuevos materiales donde, por ejemplo, las últimas técnicas de nanofabricación permiten obtener un acero 10 veces más fuerte que el conseguido hasta ahora. Corannulene, una molécula de carbono recientemente descubierta, ha sido ya apodada como el “nuevo grafeno” por sus propiedades para poder fabricar circuitos electrónicos del tamaño de una molécula.
Fuera ya de los laboratorios, en la propia fundición cerca de Barcelona, la empresa Rovalma consigue ya aceros con unas propiedades consideradas imposibles hace apenas unos pocos años.
La robótica avanza también a pasos exponenciales. Hoy es posible incorporar a los robots capacidades de reconocimiento de imágenes que les permiten ordenar objetos independientemente de su posición en una cadena de montaje, algo impensable hasta hace no demasiado tiempo. Lo demuestran los robots industriales de Fanuc.
Apenas nos hemos acostumbrado a imprimir objetos en 3D cuando nuevas posibilidades de estas tecnologías no dejan de sorprendernos. Como Voxel8, una impresora 3D con capacidad de imprimir al mismo tiempo un objeto en tres dimensiones y un circuito electrónico sobre el mismo. Y, mientras tanto, empieza a abrirse camino el concepto de impresión en 4D para aludir a la posibilidad, ya una realidad, de imprimir objetos con formas cambiantes transcurrido un tiempo de su impresión o como reacción a un cambio en su contexto (temperatura, por ejemplo).
Pero quizás el mundo de los smartphones suponga en este momento el mejor representante de las tecnologías exponenciales. Como demuestra el gadget para teléfonos inteligentes lanzado recientemente por Columbia University que permite realizar un análisis para la detección de SIDA en apenas 15 minutos.
O Peek, una aplicación que hace posible realizar inspecciones oculares profesionales con la sola necesidad de uno de éstos dispositivos móviles.
La energía supone otro ámbito en el que prácticamente cada poco tiempo aparece alguna novedad que parece superar a la anterior. Buena prueba de ello es el reciente anuncio por parte de Tesla de la futura fabricación de las baterías Powerpack con capacidad para proveer energía no a los vehículos, sino a hogares enteros.
Como exponenciales pueden clasificarse también las innovaciones surgidas de iniciativas que no se conforman con mejoras de cualquier tipo, sino que han sido creadas con el explícito propósito de generar avances significativamente disruptivos.
Ese es el caso de Singularity University, un proyecto que cuenta entre sus impulsores con nombres como Google o la NASA, y que tiene como misión ayudar a hacer realidad específicamente aquellas ideas con el potencial de afectar positivamente las vidas de al menos 1.000 millones de personas en un plazo de tiempo no superior a los 10 años.
En una línea de acción similar, el proyecto Solve del MIT convoca a las mejores mentes del mundo con el objetivo de encontrar soluciones exponenciales a problemas en cuatro principales áreas de necesidad: educación, salud, energía y fabricación.